sábado, 29 de noviembre de 2008

Entrevista a Pepin Liria "Voy a echar mucho de menos esto, pero mi intención es no volver"


11 de octubre de 2008/ Por: Rosario Pérez

¿Cómo afronta la hora del adiós?

Se mezclan los sentimientos de tristeza y alegría al aproximarse esa fecha tan deseada de decir adiós en mi tierra de Murcia, al lado de mi gente. Voy a echar mucho de menos esto, pero mi intención es no volver.

¿Cuándo sintió la llamada de la retirada?

Son varias señales. Pero la definitiva son mis hijas. Esta profesión es muy celosa de todo y requiere entrega total. El año pasado, cuando desperté de la cornada de Murcia, mi madre me pidió que tuviese más cuidado. Y no olvido la imagen de mis niñas en el hospital. Es la parte dura, aunque ellas se han hecho muy aficionadas y esta temporada se han hinchado de dar vueltas al ruedo.

¿Se va muriendo el valor de tanto usarlo en múltiples batallas?

Por el agujero de las cornadas se va el valor, y son muchas las que tengo: casi treinta. Pero sobre todo hay un desgaste emocional por la presión de ganarme con un triunfo la corrida del día siguiente. Haberlo mantenido durante quince años es casi un milagro. He matado casi 800 corridas, con alrededor de 400 puertas grandes.

¿Qué faena se lleva en el corazón?

Hay muchas; tal vez, la del toro de Palha en el marco incomparable de la Maestranza. También guardo tardes en Bilbao, Pamplona, Madrid y especialmente en Murcia, la plaza donde he cuajado más toros.

¿Alguna espina?

No. Sólo me falta la foto de la Puerta Grande de Madrid, pero moralmente es como si la hubiese abierto. He cortado ocho o nueve orejas, y ese currículum no lo tienen todos.

Como broche, se encierra con seis toros, alguno de divisas significativas como la de Victorino.

No vuelvo la cara a ganaderías duras que han sido santo y seña en mi carrera. Quería hacer este gesto. En mi tierra tenía una cuenta pendiente: matar seis toros. En Murcia he vivido una historia de amor sin crisis. Necesitaba devolverle su cariño y su apoyo. Y lo haré en una corrida benéfica para asociaciones con las que colaboro, especialmente de niños.

¿Estrenará vestido?

Dos: uno blanco y oro, que era el traje soñado cuando quería ser torero, y otro grana. Será un fin de fiesta muy especial.

Si su carrera se rodase en una película, ¿qué título pondría?

La vida es bella, o al menos para mí lo es por elegir esta profesión. Lo más grande que se puede ser es torero, y yo me sentiré torero siempre.


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viernes, 28 de noviembre de 2008

Manuel Díaz 'El Cordobés'

Nació el 4 de mayo de 1936 en Palma del Río (Córdoba) en unafamilia muy humilde. Quedó muy pronto huérfano y durante su adolescencia fue maletilla y toreó toros en las dehesas. Sus inicios fueron como espontáneo en Córdoba, Aranjuez y Madrid, en cuya plaza, el 28 de abril de 1957, un toro de Benítez Cubero le tuvo contra las tablas en reiterados remates que no llegaron a herirlo. Su carrera fue producto de un astuto montaje publicitario de su primer apoderado, Rafael Sánchez, el Pipo. Fue un fenómeno de masas, a pesar de que en el toreo no ha representado nada. Heterodoxo, alejado de los cánones y de la autenticidad del toreo clásico, su transmisión con el público se basa en el desplante, la extravagancia y el histrionismo, en faenas realizadas a toros muy pequeños y generalmente de escasa casta y fiereza. El 25 de mayo de 1963 tomó la alternativa en Córdoba apadrinado por Antonio Bienvenida y José María Montilla de testigo, con toros de Samuel Flores y la confirmó, con ganado de Benítez Cubero, el 20 de mayo del año siguiente, alternando con Pedro Martínez Pedrés y Manuel García Palmeño. En 1972 anunció su retirada y se alejó definitivamente de las plazas después del 14 de septiembre de 1981, en la plaza de Albacete, cuando estaba toreando y un espontáneo se arrojó al ruedo y, sin que las cuadrillas ni él mismo pudieran impedirlo, el toro se hizo con él acabando con su vida. Reapareció en Madrid de 1986 para lidiar en Madrid un festival a beneficio de damnificados en Colombia y en la temporada 2000 el 22 de abril en Marbella.

jueves, 27 de noviembre de 2008

BOMBERO TORERO

Pablo Celis Cuevas (El Bombero Torero). (El Tejo, Santander, 1900–1969).
Fué el creador del personaje de ‘El Bombero Torero’. Comenzó a trabajar con 13 años como tramoyista en los teatros de Madrid, ciudad a la que emigró su padre con una recomendación del marqués de Comillas, que le colocó como empleado de la Asociación de Ganaderos del Reino. Fué al comienzo del siglo XX, cuando se inició en el mundo de los toros, participando en capeas y sueltas de vaquillas. Pronto comenzó a actuar como torero cómico imitando a Charlot, de moda por entonces. Pablo Celis conoció en el Teatro Novedades, uno de sus lugares de trabajo, a un bombero de guardia, con quien trabó amistad y a quien decidió imitar en los ruedos; de él copió su indumentaria y su largo y lacio bigote. Con 18 años debutó en Madrid en un festival a beneficio de los niños rusos refugiados en España por la Primera Guerra Mundial. Inventor de numerosas suertes, entre ellas, el pase del desprecio o las de banderillear sentado en el suelo o saltando por encima de la res, se presentó en la Maestranza de Sevilla el 18 de julio de 1930, con un gran éxito, repitiendo cinco días después con el cartel de «no hay billetes». Al año siguiente consiguió actuar en 118 ocasiones. Durante el transcurso de la Guerra Civil toreó vestido de luces en Francia. En 1938 regresó a España, donde, nuevamente, volvió al papel que le dio la fama. En 1952 formaron parte de su espectáculo sus hijos Eugenio y Manolín, que, junto a su padre y el también torero cómico, Laurelito, tuvieron que pasar por la enfermería de la Monumental de México. En 1953 surgió un nuevo espectáculo de ‘El Bombero Torero’, que incorporó en su grupo a ocho enanitos. Debutaron en Orán (Argelia). El espectáculo fué cogiendo auge, triunfando fuera de los circuitos taurinos habituales, como China (en 15 ocasiones) o El Líbano. Tras 43 temporadas en activo, Pablo Celis se retiró en 1961 en Bogotá. El espectáculo continuó en manos de sus hijos Eugenio y Manuel acompañados siempre por Arévalo, el cual sentó cátedra con sus imitaciones de Charlot y Cantinflas, también su hijo el famoso humorista Paco Arévalo comenzó su andadura como torero cómico en el Bombero Torero. Algunas figuras del toreo como Antoñete, Manzanares, el Niño de la Capea entre otros, en sus comienzos fueron en el apartado de lidia seria del espectáculo. Ya desde 1997 son los nietos de Pablo Celis, Rafael y Carlos quienes siguen la tradición. (Fuente: Gran Enciclopedia de Cantabria).

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